miércoles, 9 de mayo de 2012

EL MAESTRO SUFI


El Maestro sufi contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los
alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...
-         Maestro – lo encaró uno de ellos una tarde. Tú nos cuentas los cuentos
pero no nos explicas su significado...
-         Pido perdón por eso.  – Se disculpó el maestro  – Permíteme que en señal
de reparación te convide con un rico durazno.
-         Gracias maestro.- respondió halagado el discípulo
-         Quisiera, para agasajarte, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
-         Sí. Muchas gracias – dijo el discípulo.
-         ¿ Te gustaría que, ya que tengo en mi mano un cuchillo, te lo corte en
trozos para que te sea más cómodo?...
-         Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro...
-         No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte...
-         Permíteme que te lo mastique antes de dártelo...
-         No maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! Se quejó, sorprendido el
discípulo.
El maestro hizo una pausa y dijo:
-         Si yo les explicara el sentido de cada cuento... sería como darles a comer
una fruta masticada
Jorge Bucay

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